Las Diferentes Caras del Autismo
Roberto tiene 7 años, pero luce como un niño mayor. Es más alto, robusto y fuerte que los chicos de su edad; sus padres lo apodan cariñosamente “el gentil gigante”, ya que a pesar de su imponente apariencia, no sería capaz de lastimar ni a una mosca. Suele ser tímido y temeroso, especialmente ante actividades sociales, parece vivir en su propio mundo y nunca ha dicho ni una sola palabra en toda su vida.
A sus 4 años, Diego puede contarte todo respecto a la vida de los dinosaurios; la era en que vivieron, lo que solían comer, la razón por la cual se extinguieron, además de conocer los nombres y clasificaciones de las diversas especies. Aunque claramente tiene un alto nivel intelectual, Diego es incapaz de mantener una conversación recíproca; en cambio, su conversación es más bien un monólogo sobre temas que le han obsesionado.
Andrea de 3 años tiene una energía extraordinaria; pasa su tiempo corriendo, saltando, trepando los muebles, agitando sus manos de una manera peculiar, frecuentemente caminado con las puntas de sus pies. A sus padres les resulta increíble como puede recitar diálogos completos de las caricaturas de manera literal, utilizando exactamente las mismas palabras y la misma entonación que los personajes de la televisión que ha visto una sola vez.
Adaptación del capítulo “Many faces of autism” del libro ”Autism Sourcebook” de Karen Siff Exkorn
Estos niños que en apariencia son totalmente distintos, comparten una característica en común; todos ellos han sido diagnosticados con Autismo.
Lorna Wing (1979) utilizó el término “Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)” para referirse a un grupo de niños que comparten dificultades en 3 áreas específicas: reciprocidad social, trastorno de la comunicación (verbal y no verbal) y ausencia de la capacidad imaginativa. Posteriormente, señaló que además de dichas dificultades, también presentaban patrones repetitivos de conducta e intereses restrictivos. El concepto de TEA, según Wing, hace referencia a un continuo que abarca desde personas que presentan una profunda discapacidad, tanto física como mental, hasta las personas más capaces, realmente inteligentes pero con dificultades sociales como su único y sutil déficit; asimismo, afirmó que esta condición se superpone con las dificultades de aprendizaje y se difumina en la excéntrica normalidad.
El término de “TEA” actualmente ha sustituido al de “Autismo”, ya que según los especialistas, es más apropiado para hacer referencia al hecho de que algunos niños manifestarán alteraciones cualitativas en el conjunto de capacidades anteriormente mencionadas, siendo muy variable el grado de afectación de una persona a otra, mostrando además, cierto grado de variabilidad en los síntomas presentados. De esta manera, el concepto TEA es utilizado para hacer mención de un conjunto de alteraciones que se presentarán tempranamente en el desarrollo, basándose en una noción dimensional (“un continuo”), y no en una categoría estática en particular.
Lo anterior resulta fundamental para comprender porque algunos niños que parecen ser totalmente diferentes comparten un mismo diagnóstico, además de justificar el punto de vista de muchos profesionales quienes comparten y defienden la postura de que el tratamiento en el TEA debe ser personalizado y ajustado según las necesidades específicas de cada paciente.
Muchos padres con hijos con TEA presentan dudas respecto al diagnóstico, ya que al observar a otros niños diagnosticados con la misma condición, notan rápidamente las diferencias. Es importante recalcar que, según los criterios diagnósticos más actuales, existe diferente grado o nivel de afectación en el Autismo, el cual se debe de especificar una vez que el paciente ha recibido el diagnóstico; asimismo, se debe de especificar si el paciente presenta o no Discapacidad Intelectual y si presenta o no Alteraciones en el Lenguaje.
Si tu hijo ha recibido el diagnóstico de TEA, Autismo, Síndrome de Asperger o Trastorno Generalizado del Desarrollo, y tienes preguntas al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
JONNATAN B. HERNÁNDEZ Neuropsicólogo Clínico neurokids.mty@gmail.com
Licenciatura en Psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
Maestría en Neuropsicología Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Miembro de la Asociación Mexicana de Neuropsicología